Parece que fue ayer... En este 2011 se cumplen ya veinte años desde que en Seattle explotara ese movimiento denominado grunge. Si bien es cierto que no tuvo su inicio en 1991, fue entonces cuando el mundo giró la cabeza hacia la ciudad del estado de Washington y se dio cuenta de que aquello era una bomba a punto de estallar. Igual que el thrash tenía a sus Big Four, cuando se nombra este estilo o forma de vida, está claro que hay cuatro bandas que vienen a la cabeza por encima de las demás: NIRVANA, PEARL JAM, SOUNDGARDEN y ALICE IN CHAINS. Lo más curioso es que cada una tenía sus propias influencias y un sonido único. No son las únicas, pero sí las más representativas; antes de ellas hubo unas cuantas que cimentaron un estilo de música, otras convivieron en el espacio temporal sin tener la misma fama ni atención, y después vendrían otras tantas influenciadas por su estilo.
Aunque algunos de ellos tengan su base en la segunda mitad de la década de los 80, el inicio de una nueva década trajo consigo una lista bastante larga de nuevos subgéneros musicales. Unos con gran aceptación y ventas millonarias, otros basándose en el undergound; unos más técnicos, otros buscando la manera más simple de hacer música. En definitiva, la explosión rockera que tuvo en esos primeros pasos de los 90 tendría una repercusión mundial, que desde entonces no se ha vuelto a repetir con la misma fuerza.
Mucho se ha escrito de este fenómeno, incluidos grandes especiales de las bandas que formaron parte de él. Pero he intentado hacerlo de una manera más cronológica e intentando mezclar todo lo que ocurría para poder entenderlo más como conjunto y no tanto por cada grupo por separado, al menos de los que atraían más atracción; el resto, los posteriores proyectos y grupos influenciados por ellos serán caso aparte. Esto es la historia de más de veinte años de muchos grupos, de pasar de ascensos meteóricos unidos a la fama y ventas millonarias, al descenso y el olvido. Un tiempo con cantidad de premios, de grandes discos, de disoluciones, separaciones, reuniones, proyectos paralelos y tragedias. Porque este reportaje está cargado de grandes momentos, pero no le faltan otros de sucesos y drama. Aquí empiezan las entregas de este macro reportaje dividido en varios capítulos.
LOS ORÍGENES
Antes de los 90 hubo infinidad de piezas para dar lugar a todo lo que ocurrió en los primeros años de la década. Entre los grupos puntales del género se citaban influencias que iban desde los Beatles hasta Kiss, pasando por Black Sabbath, Ramones, Aerosmith, Led Zeppelin, Black Flag, Killing Joke… y una infinidad de bandas. Cada uno remarcaba más alguna de ellas para acercarse a uno u otro sonido, haciendo que dentro de un mismo saco (como pasa tantas veces), pudiéramos encontrar grupos que tenían pocas cosas en común.
Más cercanos en el tiempo y ya en los 80, pertenecientes a la emergente escena alternativa, estaban grupos como Sonic Youth, The Pixies, Husker Dü, Dinosaur Jr., y más alejados de ellos a Fugazi o Meat Puppets. La mezcla de algunos de ellos daría años más tarde bandas que alcanzarían el estrellato, sabiendo rendir homenaje en continuas declaraciones a sus raíces. Pero por encima de todos ellos, figuraba un nombre propio: Neil Young. Apodado años después de que todo explotara como el padrino del grunge, su reconocimiento vino principalmente de la mano de Pearl Jam, con quien grabaría un disco y saldría de gira.
Detrás del término hay muchas teorías; la principal es la que hace referencia a él como un derivado de ‘grungy’, suciedad. Así se entendería ese sonido sucio que practicaban algunos de ellos… pero no va demasiado encaminado el asunto por esos derroteros. De la misma manera que algunas etiquetas son usadas de manera despectiva una vez se expande un estilo, aquí sucedió lo contrario; la leyenda dice que Mark Arm (vocalista de Mudhoney y Green River) la citó para referirse a su ex-grupo Mr. Epp and the Calculations en una carta enviada a una revista de su ciudad, aunque él lo ha negado varias veces. A partir de ese momento, el término derivaría para referirse a un movimiento, personificándose en la figura de Bruce Pavitt, dueño de Sub-pop y culpable de los primeros pasos discográficos de muchos grupos, que lo usaría para calificar a bandas como los citados Green River.
Como decía más arriba, a pesar de intentar agrupar muchas bandas bajo un mismo estilo, el grunge como tal era algo más que un género musical. Lo que coincidían algunas de ellas era en que algunas de sus letras reflejaban una apatía general por la sociedad, un descontento por el mundo en el que se vivía… o es se intentó vender una vez se masificó todo. Millones de jóvenes se sintieron identificados con ese sentir, con la estética casi descuidada del momento, con las camisas de franela, vaqueros y zapatillas desgastadas. Y la industria intentó sacarle el máximo partido, exprimiéndolo hasta el punto de no dejar apenas nada. Pero eso lo veremos más adelante.
Entre la música dura de los 80, estaban por un lado el hair y glam, y por el otro el thrash metal. Básicamente todos los grupos vivían a la sombra de los primeros, que eran los que que se llevaban los grandes titulares, las giras mastodónticas y el gran público. El estado de Washington cocinó una cantidad inusual de artistas que prácticamente terminarían con esa supremacía, con una música más cruda, a la par que más sencilla y natural. Se mostraban tal cual eran, sin artificios ni maquillaje, sin grandes parafernalias, de una manera más simple y enérgica.
INICIOS
Si hay algo comparable a la velocidad con la que el grunge ascendió en la popularidad musical, es la velocidad a la que empezó a caer en el olvido por diferentes sucesos.
De la misma manera que el thrash metal tenía una localización concreta de varias bandas y tres de sus cuatro grupos bandera pertenecían a ella, el grunge copiaba esas características. El lugar donde nació casi todo fue Seattle, y sus cuatro bandas principales eran PEARL JAM, SOUNDGARDEN, ALICE IN CHAINS y NIRVANA. Algunas de ellas incluso hicieron su debut en la década de los 80, aunque no fue hasta un tiempo más tarde que se pusiera de moda su sonido. Pero sus orígenes estaban bastantes años atrás en el tiempo, como demostraron esas bandas con diferentes versiones de grupos anteriores.
Antes de ellas hubo otras, igual que después hubieron muchas más. The Melvins, Malfunkshun y Green River fueron algunas de las primeras en dar que hablar. Los primeros de ellos, liderados por Buzz Osborne y Dale Crover, no pertenecieron en ningún momento al estilo, si bien su nombre siempre estuvo ligado a él por la influencia tan extensa que tuvieron en la mayor parte de las bandas que vinieron después… sabiéndose aprovechar en su momento del tirón de ellas, al nombrarles como uno de los grupos en los que se fijaban. Malfunkshun son unos de los que se acostumbra a olvidar a la hora de hablar de este asunto; fueron la primera banda del vocalista Andrew Wood, que ya por aquel entonces puso de manifiesto sus problemas con las drogas (algo que afectaría a muchos otros músicos). Su mezcla de glam con distorsión, a pesar de ser bien recibida, no obtuvo el éxito esperado, haciendo que la banda parase… menos Wood, que empezaría otro proyecto junto a dos miembros de Green River. Estos eran Stone Gossard y Jeff Amment, guitarra y bajista respectivamente, que ya tenían éxito con su banda con la publicación de ‘Come on Down’ en 1985. Tres años más tarde editarían ‘Rehab Doll’ con Sub-pop, habiendo sacado dos EP entre medias, que coincidiría con el final del grupo.
Los tres estuvieron presentes en uno de los lanzamientos clave a mediados de la década. ‘Deep Six’ era un disco recopilatorio de C/Z Records que incluía cuatro temas de Melvins, y un par de cada una de las otras dos. Además estaban presentesn The U-Men, Skin Yard y unos jovencísimos Soundgarden, que presentaban sus primeras grabaciones. No era el único disco con varios artistas en él, ya que Sub-Pop pondría a la venta meses después ‘Sub Pop 100’, donde repetían aparición U-Men, junto Sonic Youth, Skinny Puppy y grupos menos conocidos. En 1988 se continuaría con ‘Sub Pop 200’, donde ya aparecieron nombres como Tad, Nirvana, Screaming Rees, Mudhoney, y los ya conocidos Green River y Soundgarden, además de otros que se fueron quedando por el camino. Pero me vuelvo a centrar en la historia.
El final de Malfunkshun y Green River daría como resultado Mother Love Bone. Junto a Wood, Gossard y Amment completaban la formación Bruce Fairweather y Greg Gilmore. Un solo EP, ‘Shine’, les valió para obtener grandes críticas, y cimentar lo que parecía una carrera para conseguir algo grande. Su disco de debut fue grabado a finales de 1989 y principios del siguiente año, teniendo prevista su salida para los primeros meses de 1990. La tragedia se cruzó en el camino de la banda en forma de sobredosis de heroína de su vocalista. De nada habían servido sus visitas a un centro de rehabilitación para poner fin a sus problemas, y el 16 de Abril de ese mismo año se encontraron su cuerpo, aún vivo pero en coma; tres días después fallecía, poniendo fin a lo que podía haber sido una gran carrera. Aún con eso, ‘Apple’ vería la luz de manera póstuma cuatro meses después de su muerte.
Y ahora, vamos con los grupos principales. De los cuatro grandes, los primeros en debutar discográficamente hablando fueron Soundgarden. Tomando el nombre de una escultura de Seattle (The Sound Garden, que genera música cuando el viento pasa por sus tubos), estaban formados en sus comienzos por Chris Cornell como cantante y batería, Hiro Yamamoto al bajo, y Kim Thayil en la guitarra. La entrada de Scott Sundquist liberó a Cornell de la percusión, centrándose en la voz y segunda guitarra. El primer tema que vio la luz fue ‘Heretic’ en el casette ‘Pyyric Victory’ de 1985; este tema también se incluiría poco después en el citado ‘Deep Six’ junto a “Tears To Forget’ y ‘All Your Lies’. El batería de Skin Yard, Matt Cameron, entraría en Soundgarden en 1986, y un año después editarían su primer EP, ‘Screaming Life’, a los que seguirían otra serie de publicaciones hasta “Ultramega Ok” en 1988, por el que recibieron una inesperada nominación a los Grammy (de 1990). Parte de la culpa la tuvo la emisión habitual del vídeo de ‘Flower’, que sería su mayor éxito por aquel entonces. Su mezcla de rock psicodélico con influencias de Led Zeppelin o Black Sabbath pronto empezó a calar entre el público, aumentando con su fichaje por A&M Records, que se encargarían de poner a la venta ‘Louder Than Love’ en 1989 tras el cual Yamamoto dejaría su puesto en la banda a Jason Everman (procedente de Nirvana), que a su vez sería sustituido poco después por Ben Shepherd. Tanto en uno como en otro, Soundgarden ironizaban con temas como el satanismo que rodeaba al rock y heavy (‘665’, ‘667’), o al glam de la época (‘Big Dumb Sex’). Tenían colocados los cimientos para seguir creciendo y conseguir algo grande.
Antes de hacerlo, Matt Cameron y Chris Cornell se juntarían con otros músicos para rendir tributo a Andrew Wood tras su muerte bajo el nombre de Temple of the Dog, en referencia a uno de los temas que había escrito el cantante, ‘Man of Golden Words’. Cornell fue en su momento compañero de piso del malogrado cantante, y le quiso rendir homenaje de la mejor de las formas. Para ello compuso unos cuantos temas poco después del suceso, y contactó con sus ex-compañeros de Mother Love Bone, Stone Gossard y Jeff Ament. Ambos estaban buscando seguir adelante en la música, y ya tenían todo encaminado. Al cuarteto se les unió Mike McCready, y grabaron un disco homónimo y único (que pasó desapercibido en el momento de su publicación en los primeros meses de 1991), donde también aparecía un tal Eddie Vedder en los créditos de dos canciones. Estos dos últimos eran parte de un nuevo grupo junto a Dave Krusen (sustituido por Matt Chamberlain, y poco después a su vez por Dave Abbruzzese): Mookie Blaylock. Por problemas legales con el jugador del baloncesto de quien tomaban su nombre, la banda pasaría a llamarse Pearl Jam.
Antes de hacerlo, Matt Cameron y Chris Cornell se juntarían con otros músicos para rendir tributo a Andrew Wood tras su muerte bajo el nombre de Temple of the Dog, en referencia a uno de los temas que había escrito el cantante, ‘Man of Golden Words’. Cornell fue en su momento compañero de piso del malogrado cantante, y le quiso rendir homenaje de la mejor de las formas. Para ello compuso unos cuantos temas poco después del suceso, y contactó con sus ex-compañeros de Mother Love Bone, Stone Gossard y Jeff Ament. Ambos estaban buscando seguir adelante en la música, y ya tenían todo encaminado. Al cuarteto se les unió Mike McCready, y grabaron un disco homónimo y único (que pasó desapercibido en el momento de su publicación en los primeros meses de 1991), donde también aparecía un tal Eddie Vedder en los créditos de dos canciones. Estos dos últimos eran parte de un nuevo grupo junto a Dave Krusen (sustituido por Matt Chamberlain, y poco después a su vez por Dave Abbruzzese): Mookie Blaylock. Por problemas legales con el jugador del baloncesto de quien tomaban su nombre, la banda pasaría a llamarse Pearl Jam.
A la par estaban Alice In Chains. El grupo sale de la unión del vocalista de Alice N’ Chains, Layne Staley, con los tres miembros de Diamond Lie: Jerry Cantrell en la guitarra, Mike Starr al bajo, Sean Kinney en la batería. Eran otro de los grupos de Seattle que bebían directamente de Led Zeppelin y de las atmósferas de guitarra de Tony Iommi, aunque de una manera mucho más dolorosa y oscura que Soundgarden; parte de culpa era de la profunda voz de Layne, que pronto se convertiría en una de las mejores de la década, única, inconfundible e incomparable.
Su debut sería el EP de explícito título ‘We Die Young’, que posteriormente se convertiría en premonitorio para muchas figuras. En las tres canciones incluidas estaban el tema que lo daba título, "It Ain"t Like That" y "Killing Yourself", donde de nuevo daban muestras de lo directo de su mensaje. Las dos primeras estarían incluidas en ‘Facelift’, que vio la luz en el verano de 1990. Pasaría como tantos otros discos de la época, que no sería un éxito inmediato, pero que poco después sería reconocido por público y crítica. Solo había que escuchar ‘Love, Hate, Love’, "Sea of Sorrow" o "Bleed the Freak" para apreciar la calidad del cuarteto. "Man in the Box" sería su tema mejor acogido, de nuevo gracias a la televisión y la programación de su vídeo, ganándose una nominación a los Grammy de 1992.
Por último, Nirvana nace de la unión entre el bajista Krist Novoselic (de origen croata) y Kurt Cobain. Curiosa coincidencia que Cobain, al igual que Cornell, se ocupara en principio de las voces y la batería. Su sustituto en dicho instrumento sería Aaron Burkhard, aunque no grabaría nada con el grupo. La primera demo de Nirvana sería con el trío formado por Cobain, Novoselic y Dale Corver, batería de los Melvins en 1988 y tras desechar varios nombres para el grupo optarían por el que todo el mundo conoce. Un año después, Chad Channing ocuparía el puesto de batería y grabarían ‘Bleach’, editado por Sub Pop. Su título provisional era ‘Too Many Humans’, y este hecho se convirtió en algo normal con los trabajos de Cobain; lo cambiarían tras ver un anuncio de prevención contra el sida para los drogadictos donde se leía el lema ‘Bleach Your Works’. En los créditos aparecía un segundo guitarra, Jason Everman, que no tocó en el disco pero si acompañó la gira de presentación… y prestó los 600 dólares que costó la grabación. Para un grupo sin muchas pretensiones ni expectativas, su debut se convirtió en un disco bien acogido y con buenas ventas, pero poco más. No había ningún tema que destacara en exceso sobre los demás, y daría más que hablar en los siguientes años que en el momento de su salida. En los primeros meses de 1990, encontrarían un batería estable en la persona de Dave Grohl, y prescindirían del segundo guitarra para establecerse de nuevo como trío.
En la misma franja temporal la escena era mayor de lo que parecía, pese a que la fama se la llevarían solo unos pocos. ‘Step on a Bug’ fue el único trabajo que tendrían The U-Men antes de separase; es por eso que son uno de los grupos más olvidados del comienzo de este movimiento. Skin Yard serían más famosos porque su guitarrista, Jack Endino, se encargaría de producir un gran número de discos de la época; pero a esas alturas, ya tenían tres obras publicadas. Screaming Trees con Mark Lanegan al frente ya habían sacado cuatro discos, y estaban a un paso de firmar con Sub Pop. Bajo dicho sello llegarían los debuts de Mudhoney y Tad, ‘Superfuzz Bigmuff’ y ‘God’s Balls’ respectivamente, y el segundo de L7, tras su primer álbum homónimo. Estas últimas estaban alejadas de la ciudad de la lluvia, aunque siempre estuvieron ligadas a este tipo de bandas.
Así, con las cuatro bandas principales, estamos a primeros de los años 90. Cada una entendiendo la música en su propio estilo: Alice In Chains de una manera oscura y pesada; Soundgarden con el sonido más metálico de esta generación. Pearl Jam aún sin ninguna obra en el mercado, pero con una voz inconfundible y unas cuantas canciones compuestas; y Nirvana, que inesperadamente, verían caer del cielo el éxito.
Pero todos ellos tenían en común el lugar de procedencia; y no tanto ese pesimismo, inconformismo y melancolía que tanto se intentó vender por parte de los medios. En algunos casos simplemente llegaron a un punto en el que estaban de cualquier manera menos cómodos con el status conseguido.
En la segunda parte, antes de meternos de lleno en toda la explosión con la salida de "Nevermind", "Ten", "Badmotorfinger" y "Dirt", veremos la opinión de diferentes músicos españoles sobre todo el fenómeno que se produjo, así como sus gustos por unos u otros grupos, para así poder entender mejor como de una misma historia, puede haber varios puntos de vista distintos.
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